10 razones para automatizar tus procesos de negocio
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5 minutos de lectura
Por Iván Arroyo | 13/01/2025
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Por Iván Arroyo | 13/01/2025
Cuando se trata de mapear los procesos de negocio, muchos se encuentran en un dilema sobre qué metodología utilizar. Aunque puede parecer sencillo trazar un flujo de trabajo, lo cierto es que existen diversas formas de representarlo y, sin una herramienta adecuada, el proceso puede resultar confuso y laborioso. Para quienes recién se inician en el análisis de procesos, la variedad de opciones que ofrece por ejemplo una herramienta como Microsoft Visio puede ser abrumadora, y la falta de familiaridad con términos técnicos complica aún más la decisión.
Una opción destacada que surge en este contexto es BPMN (Business Process Model and Notation). A diferencia de otras metodologías, BPMN está diseñada específicamente para representar procesos de negocio de manera clara y estandarizada. ¿Qué significa esto? Que no importa si eres un analista de negocios, un desarrollador de software o un gerente que supervisa un proyecto; BPMN ofrece un lenguaje visual comprensible para todos. Sin embargo, si no has escuchado hablar de BPMN antes, es normal que te preguntes si realmente es la herramienta adecuada para ti.
Este artículo tiene como objetivo despejar esas dudas. Aquí te explico qué es BPMN, cómo se diferencia de otras técnicas de mapeo de procesos y, sobre todo, cuándo y por qué deberías considerarlo la mejor opción para visualizar y optimizar tus flujos de trabajo. Si has intentado mapear procesos antes y no has logrado los resultados esperados, puede que esta metodología sea justo lo que necesitas.
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BPMN, o Business Process Model and Notation como se mencionó antes, es una metodología ampliamente utilizada para la representación gráfica de procesos empresariales. Su objetivo principal es ofrecer una forma estándar y comprensible para modelar y comunicar procesos de negocio tanto a nivel técnico como a nivel empresarial. La ventaja de BPMN radica en que proporciona una notación visual que es fácilmente entendible para todos los participantes de un proyecto, ya sean analistas de negocios que diseñan el proceso, desarrolladores que implementan la solución o incluso ejecutivos que necesitan comprender el flujo de trabajo de la organización.
El diagrama BPMN se compone de diversos elementos gráficos que representan distintos aspectos de un proceso. Entre estos elementos se incluyen actividades, decisiones, eventos y flujos, al igual que ocurre con los diagramas de flujo.
A diferencia de otras simbologías de mapeo de procesos, BPMN se caracteriza por mantenerse muy simple y estándar, de forma que la curva de aprendizaje para adoptarlo sea muy corta. Cada símbolo que lo compone tiene un significado específico, por ejemplo, las actividades son tareas o trabajos específicos que se llevan a cabo dentro de un proceso. Los eventos indican que desencadena o finaliza un proceso. Los flujos, por su parte, muestran la secuencia en la que ocurren las actividades y cómo se relacionan entre sí. Además, BPMN incorpora elementos adicionales, como puertas de decisión y participantes, que permiten modelar escenarios más complejos e interactivos.
A continuación, se muestran los símbolos más comúnmente utilizados en esta metodología.
BPMN, o Business Process Model and Notation, se distingue de otras metodologías de mapeo de procesos por su enfoque en la estandarización y en su capacidad para ser entendida por diferentes actores dentro de una organización. A diferencia de otras técnicas de mapeo de procesos, como los diagramas de flujo tradicionales, los mapas de procesos o los diagramas de flujo de datos (DFD), BPMN ofrece una notación más rica y precisa que está específicamente diseñada para representar procesos empresariales de manera formal y detallada.
Los diagramas de flujo convencionales, por ejemplo, son más simples y fáciles de entender para usuarios que no están familiarizados con notaciones especializadas. Sin embargo, estos diagramas carecen de la capacidad de representar eventos complejos, condiciones de decisión o interacciones entre distintos participantes, algo que BPMN maneja con precisión. Mientras que los diagramas de flujo son útiles para procesos sencillos y lineales, BPMN es más adecuado para modelar procesos complejos que involucren múltiples participantes, decisiones y eventos interrelacionados.
Diagrama de flujo convencional
Otra metodología común es el diagrama de flujo de datos (DFD), que se centra más en el flujo de información dentro de un sistema que en las actividades o tareas específicas. DFD es útil para mapear cómo la información se mueve entre diferentes entidades en un sistema, lo que lo hace especialmente adecuado para análisis de sistemas o procesos informáticos. En contraste, BPMN no solo muestra el flujo de información, sino también las actividades, eventos y decisiones que ocurren dentro del proceso, lo que lo convierte en una herramienta más completa para procesos empresariales orientados a la acción.
Los mapas de procesos, por su parte, son una representación más abstracta de los procesos de negocio. Suelen enfocarse en los pasos clave de un proceso sin entrar en demasiado detalle sobre las condiciones o los flujos alternativos. Aunque son útiles para tener una vista general del proceso, no tienen la capacidad de BPMN para modelar situaciones complejas o escenarios detallados. BPMN es superior cuando se requiere una comprensión profunda y técnica del proceso, mientras que los mapas de procesos pueden ser mejores para presentaciones ejecutivas o para comunicar los aspectos generales de un flujo de trabajo.
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Mapa de procesos
En términos de elección, BPMN es la mejor opción cuando se requiere una notación precisa y estandarizada para procesos complejos, especialmente en entornos donde es importante que tanto los equipos técnicos como los de negocio puedan entender y colaborar en la definición del proceso. También es ideal cuando se desea automatizar procesos empresariales, dado que su nivel de detalle permite que los procesos se implementen fácilmente en sistemas de gestión de procesos empresariales (BPMS). Por otro lado, métodos como los diagramas de flujo tradicionales o los mapas de procesos pueden ser más apropiados para proyectos más simples, para la enseñanza básica o cuando se busca una comprensión rápida y general del flujo de trabajo, sin necesidad de entrar en los detalles operativos o técnicos. A continuación, se muestra como se ve un gráfico sencillo utilizando BPMN.
Ventajas de utilizar BPMN
La gran ventaja de BPMN radica en que permite estandarizar la forma en que se describen los procesos de negocio. Al hacerlo, facilita la colaboración entre distintas áreas de una organización, ya que todos los involucrados trabajan con un lenguaje visual común. Esto no solo mejora la comunicación, sino que también ayuda a identificar ineficiencias, optimizar procesos y alinear las operaciones con los objetivos estratégicos de la empresa.
Además, BPMN es una herramienta muy utilizada en la automatización de procesos. Al representar los flujos de trabajo de manera precisa y clara, esto ayuda a implementar estos procesos en sistemas automatizados, como plataformas de gestión de procesos empresariales (BPMS, por sus siglas en inglés), que ayudan a mejorar la eficiencia y a reducir errores humanos.
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Como pudimos observar, BPMN es una poderosa herramienta para aquellos que buscan mapear y optimizar sus procesos de negocio de manera clara y estructurada. Su capacidad para estandarizar la representación de flujos de trabajo no solo facilita la comprensión y colaboración entre los distintos actores de una organización, sino que también permite identificar áreas de mejora y potenciar la eficiencia. A lo largo del artículo hemos visto cómo BPMN se diferencia de otras metodologías tradicionales como los diagramas de flujo o los diagramas de flujo de datos, proporcionando un nivel de detalle y flexibilidad que lo hacen ideal para procesos complejos y dinámicos.
Para quienes desean implementar una solución que pueda ser utilizada tanto a nivel técnico como empresarial, BPMN ofrece un equilibrio perfecto. Su adopción es especialmente recomendada en proyectos donde se busca la automatización de procesos o donde la colaboración entre distintos equipos es indispensable para alcanzar los resultados requeridos. Al comprender y aplicar BPMN correctamente, puedes alinear mejor tus operaciones con tus objetivos estratégicos, reduciendo costos, mejorando la comunicación y logrando una mayor agilidad organizacional. Si estás evaluando cómo mejorar la gestión de tus procesos, BPMN debería estar entre tus principales consideraciones.
Las ilustraciones se tomaron de Lucidchart https://www.lucidchart.com/ y de Interfacing https://www.interfacing.com/ las cuales son herramientas donde puedes crear modelos BPMN.
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