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Arte y ciencia en el Design Thinking

Escrito por Sergio Gutierrez | 14/04/2022

El diseño es un elemento importante para todas las compañías. Toca aspectos tanto estéticos como técnicos y estratégicos pues, no se queda únicamente en el producto o en el servicio, sino que se puede incorporar en todo tipo de procesos (gestión, operaciones, estrategia, soporte, evaluación, entre otros). Gracias a esto último es que el pensamiento de diseño (Design Thinking) se ha vuelto algo más que una metodología, se trata de una filosofía que permite identificar causas raíz de problemas complejos y generar soluciones creativas e innovadoras exitosas.

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Para esto, el pensamiento de diseño cuenta con una estructura que puede modificarse según se necesite, ya que existen distintos marcos de referencia del concepto adecuados a diferentes situaciones. A pesar de ello, todos los marcos de referencia conservan la misma esencia, es necesario el entendimiento profundo de los involucrados, luego se deben de cuestionar las suposiciones y los procesos, seguidamente se identifican las oportunidades de mejora y definir los problemas para, finalmente, generar soluciones. Cabe destacar que esta metodología hace uso de una combinación entre la ciencia y el arte para generar espacios de pensamiento “fuera de la caja”, lo cual da ese componente de innovación creativa del cual carecen los métodos tradicionales.

En este blog te vengo a hablar sobre cómo el diseño es afectado por el equipo de trabajo, cuál es su utilidad para un negocio y también vamos a ver algunos consejos para aplicarlo de forma eficaz.

Formas de pensar en el pensamiento de diseño

El pensamiento de diseño es una herramienta de resolución de problemas que utiliza como base el enfoque en el ser humano, gracias a lo cual lo define como el eje de todo el proceso. A pesar de ello, cito la frase de Goethe que dice “Un hombre ve en el mundo lo que lleva en su corazón”. Un político, un médico, un ingeniero, un artista y un niño ven los conflictos de su país desde una perspectiva muy distinta cada uno, así como muchas veces puede que un gerente de mercadeo, un gerente general, un gerente de ventas y un gerente financiero vean las necesidades estratégicas de la compañía desde su propia área.

Sin embargo, más que ver esto como un problema podemos considerarlo una gran oportunidad. Por un lado, el pensamiento de diseño requiere de grupos multidisciplinarios buscando aprovechar las experiencias y perspectivas de las personas que componen distintas áreas de conocimiento; por el otro, todos tenemos distintos procesos creativos que si combinamos pueden llegar a valer más que la suma de las contribuciones individuales.

Existen personas cuya formación tiende hacia el lado científico tienen un perfil de “descubridores”, como los llama Charles Owen (2007). Buscan explicaciones a los fenómenos que ocurren, tratan de que entendamos lo que nos rodea y por ello son los responsables de una gran parte del avance de las empresas. No obstante, son sistemáticos, buscan cada posible combinación de factores que pueden afectar un sistema empresarial, con base en ello formulan distintas hipótesis y siguen un método científico para comprobarlas. Este proceso puede ser útil, pero ineficiente al consumir mucho tiempo y recurso humano.

Así como también existen personas “hacedoras”, que más bien buscan ser creativos e innovar a través de la sinterización de ideas y construcción de soluciones preliminares. Las personas que trabajan de esta forma primero presentan distintos productos mínimos viables y luego son llevadas a la prueba, donde se confirma si son potenciales soluciones o no.

El pensamiento de diseño busca unir la parte racional de los científicos con la parte intuitiva de los diseñadores para entender las necesidades de los usuarios, utilizar la experiencia, identificar parámetros y condiciones de trabajo, pero también evolucionar y reinterpretar ideas, dar visualización al problema, producir prototipos, adaptarlos y falsearlos para llegar a la mejor opción disponible. Es gracias a la combinación entre estas dos disciplinas que un proyecto no se queda solo en la esquematización del problema, ni tampoco se generan soluciones al azar hasta que alguna coincida. Todo lo contrario, se aprende a delimitar, a planificar y obliga a tomar acción sobre la marcha, lo cual sirve como una guía e impulsa al avance del proyecto.

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¿Para qué sirve?

Habiéndote mencionado un poco cómo los equipos de trabajo multidisciplinarios pueden colaborar para generar soluciones, también es importante considerar que, siendo una filosofía de mejora enfocada en el ser humano, su campo de aplicación puede tocar todas las aristas de una compañía.

Algunas de las razones por las que deberías de considerar utilizarla son:

  • Permite comprender y desarrollar empatizar con los usuarios, llegando a interiorizar sus necesidades, expectativas y frustraciones respecto a nuestros productos y/o servicios.
  • Exige a cuestionar tanto el problema, como las suposiciones y cuáles son sus implicaciones, llevando a la causa raíz de los problemas, aun cuando no están definidos o son desconocidos.
  • Introduce una nueva forma de pensar en la compañía, evitando estancarse con los métodos de resolución de problemas tradicionales.
  • Ayuda a definir la estrategia empresarial, dándole voz a las distintas áreas y departamentos de la compañía, con lo cual se puede definir la situación general actual y la esperada (futura).
  • Promueve el aprendizaje. Muchas compañías generan datos sobre sus usuarios, sin embargo, no los utilizan como fuente de información. Esta metodología no solo lo permite, sino que prácticamente obliga a hacerlo y esto nos enseña a generar valor para los usuarios, lo cual es una gran ventaja competitiva.
  • Es un proceso ágil, nace de la necesidad científica por entender los problemas, pero también del impulso creativo de los diseñadores. Gracias a esto, por mucha investigación que se quiera realizar, la metodología pide mostrar ideas de una forma rápida desde las primeras etapas, lo cual permite generar ideas desde el inicio del proyecto.
  • Se pueden validar ideas minimizando los costos a través de la creación del concepto y su mejora iterada hasta que se considere que es necesario.

Consejos para su aplicación

Como mayor consejo, investiga sobre los distintos marcos de referencia del pensamiento de diseño, descubre cuál se adapta más a tu necesidad y tómalo como una guía para tu proyecto. Hay fases que pueden no mencionarse, sin embargo, la esencia de la estructura de esta metodología se conserva y se basa en cinco etapas: Empatiza, Define, Idea, Prototipa y Testea.

  • Inicia con la fase de empatía. Primero enfócate en conocer a los humanos involucrados ya que para ellos es la solución que se quiere generar. Explora su experiencia, pon en duda tus conocimientos y ponte en los zapatos de tus usuarios.
  • Seguidamente describe y comparte la visión del reto. Todos los participantes tendrán su propia perspectiva y facilitarán el entendimiento del verdadero problema. Para que el proceso funcione, todos debemos de haber interiorizado el problema y todos tenemos que estar de acuerdo con la definición del mismo.
  • Busca equipos interdisciplinarios para hacer un acercamiento holístico a la solución, considerando las habilidades y conocimientos especializados de cada área. Pero busca a algún experto en la metodología que ayude a poner orden y guiar el ejercicio, ya que la participación de todos es vital, lo cual hace necesaria una buena comunicación.
  • Crea espacios de generación de ideas divergentes. Esto beneficia la creatividad del equipo y de aquí pueden surgir soluciones sin ningún juicio previo.
  • También genere espacios de creación convergentes, donde se maduren las ideas generadas analizándolas, combinándolas y perfeccionándolas.
  • Aceptar la complejidad de los problemas. Algunas veces serán difíciles de definir, lo cual significa que las soluciones pueden necesitar integrar muchos elementos, esto requiere aceptar las condiciones de trabajo y abrir la mente para lograr esa sinergia.
  • Haz con las manos, los prototipos son para ponerlos a prueba. Si entender bien cuáles son sus problemas y cómo se pueden mejorar, tendrás que utilizarlos como si tu fueras el usuario. Esto te permite identificar oportunidades de mejora que serán abarcadas en etapas posteriores.
  • Itera, revisa los resultados de las primeras etapas, ya que no se debe de perder de vista el motivo. Además, repasar etapas puede ayudar a generar nuevos conocimientos.
  • Considera los ecosistemas empresariales. Una solución puede parecer exitosa para un usuario, pero necesitas definir bien la estructura de tu negocio (modelo de negocio) para asegurar de que tu propuesta de valor será aceptada por un segmento de mercado, que tienes los canales de distribución y comunicación adecuados, para identificar los recursos necesarios, los procesos y potenciales asociaciones estratégicas. Con todos estos elementos podrás estimar tus ingresos y tus costos, analizando la viabilidad financiera y factibilidad técnica para la sostenibilidad de tu negocio.

En este blog hablamos de un aspecto muy importante del pensamiento de diseño, el trabajo de equipos multidisciplinarios. Gracias a los avances en cada disciplina, las personas desarrollan distintas facultades a lo largo de su vida personal y profesional, todos son descubridores y hacedores, científicos y diseñadores. Todas las personas pueden contribuir a su organización, más allá de sus funciones, en un gran abanico de opciones. El pensamiento de diseño está enfocado en los usuarios, sean estos clientes internos o externos, por ello te recomiendo seguir los consejos para diseñar la solución de un problema a la vez y garantizar la continuidad y el éxito de tu negocio.