¿Quieres diseñar un producto o servicio que realmente funcione? Si estás pensando en utilizar Design Thinking, debes saber que un elemento fundamental que no puedes ignorar es la etapa de empatía. Pero ¿qué es empatía y por qué es importante en esta metodología? Continúa leyendo para conocer más sobre el diseñado centrado en el ser humano, pensado para crear soluciones que funcionen a las personas.
Índice
Design Thinking
Design Thinking es una metodología que facilita la solución de problemas, utilizando la creatividad y herramientas del ámbito de diseño como impulsores de innovación. Según menciona Tim Brown – presidente ejecutivo de IDEO – Design Thinking es un enfoque colaborativo y enfocado en el ser humano, el cual utiliza una mentalidad de diseño para resolver problemas complejos.
Etapas del Design Thinking
Al ser una metodología, la aplicación del Design Thinking está pensada como una serie de pasos, aunque es considerado un proceso iterativo y no lineal. Es decir, el equipo ejecutor puede utilizar el resultado de una etapa para evaluar y mejorar una fase anterior.
Las etapas del proceso son:
Todas las etapas son importantes, sin embargo, en este blog específicamente hablaremos sobre la primera etapa: Empatía.
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Primera etapa: Empatía
La empatía es una capacidad que desarrollan los seres humanos, con la cual ven el mundo a través de los ojos de las demás personas. Se trata de entender sus sentimientos y experimentar las cosas como ellos lo hacen. Dejando de lado los paradigmas y las propias ideas preconcebidas, se logra empatizar con las personas, su visión, sus sentimientos y sus experiencias.
En el mundo del Design Thinking, según IDEO, la empatía es una "profunda comprensión de los problemas y realidades de las personas para las que se diseña". Es decir, es necesario sumergirse en el día a día de los usuarios para quienes se está diseñando la solución, en busca de comprender su entorno, funciones e interacciones.
Cuando se empatiza con las personas, se puede analizar y transformar las experiencias negativas en situaciones agradables para el usuario, de manera que se mejora la experiencia del cliente (CX).
Importancia de la empatía en Design Thinking
Como ya mencioné anteriormente, Design Thinking es una metodología centrada en el ser humano, siendo esa la principal razón por la que “empatía” es la primer etapa del proceso, pero también porque la empatía ayuda a:
Herramientas
La etapa de empatía es el momento ideal para recopilar información y observaciones, así como comprender las experiencias y percepciones de los usuarios bajo estudio, con el fin de construir una base sólida para el resto del proceso Design Thinking – definir, idear, prototipar y testear –. Para esta primera etapa se pueden utilizar diversas metodologías y herramientas, como las siguientes:
Realizar observaciones basadas en fotos o videos permite descubrir las necesidades de los usuarios en relación con el problema a resolver, así como las emociones que experimentan. Estas observaciones se deben hacer en un entorno natural o durante sesiones programadas con el equipo.
Dependiendo del problema a resolver, puede tener sentido dar el control de la cámara a los usuarios junto con instrucciones, para que tomen fotos y videos de sus actividades durante un periodo establecido. La diferencia con la metodología anterior es que el equipo no interfiere, hasta que sea necesario recolectar las observaciones.
Llevar a cabo entrevistas es una forma de conocer a los usuarios y obtener una visión empática de sus necesidades, deseos y objetivos.
El bodystorming o lluvia de ideas corporal es una técnica en la que se experimenta físicamente una situación para sumergirse por completo en el entorno de los usuarios. El bodystorming pone al equipo en la piel de los usuarios y, por lo tanto, potencia la empatía que siente por su grupo objetivo.
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En conclusión, la fase de empatía – la primera en el proceso de Design Thinking – es importante ya que permite descubrir y entender las necesidades, deseos, objetivos y emociones de las personas para las que se diseña, logrando establecer las bases para una solución que cumpla con los 3 círculos de la innovación: deseabilidad, viabilidad y factibilidad.