7 Dimensiones clave al implementar un CRM
Un CRM, o Customer Relationship Management, no es sólo una herramienta o software, es un enfoque estratégico para gestionar las interacciones de una...
10 minutos de lectura
Por Esteban Cordero | 25/08/2023
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Por Esteban Cordero | 25/08/2023
No estamos más en una economía de productos, estamos en una economía de experiencias, cada vez más acelerada por una revolución digital y tecnológica, donde las interacciones y transacciones con los clientes ocurren a una gran velocidad. Desde el clic de un cliente en un sitio web hasta sus comentarios sobre un producto, cada interacción conlleva el potencial de construir (o romper) una relación. Aquí radica el desafío de aprovechar eficientemente estas interacciones para fomentar relaciones sólidas y la respuesta a este reto es un CRM.
Un CRM, o Customer Relationship Management, no es sólo una herramienta o software, es un enfoque estratégico para gestionar las interacciones de una empresa con sus clientes. Al centralizar la información de los clientes, automatizar los procesos de marketing y ventas, rastrear las interacciones de los clientes y analizar datos, un sistema CRM convierte los datos sin procesar en información valiosa.
Un sistema CRM bien implementado proporciona una plataforma centralizada donde se almacenan todos los datos e interacciones relacionados con el cliente. Esta centralización u omnicanalidad, garantiza que todos los canales y puntos de contacto de un cliente con una empresa, sean visibles a todos los departamentos y operen desde una comprensión unificada de cada cliente.
En términos económicos, captar un nuevo cliente puede resultar cinco veces más caro que retener uno existente, por lo tanto, es importante entender que los clientes leales no sólo generan ingresos recurrentes; también actúan como defensores de la marca, generando nuevos clientes a través de referencias. Un CRM, además, puede identificar posibles oportunidades de ventas adicionales o cruzadas, ayudando a las empresas a maximizar el valor de cada cliente. Los procesos automatizados, los datos centralizados y los flujos de trabajo optimizados (características distintivas de un buen CRM) reducen significativamente los costos operativos.
A continuación, conozca cómo un CRM moldea de manera significativa las estrategias empresariales, tanto en el ámbito B2B como en el B2C, y cómo este impacta en los procesos oprativos-comerciales del negocio.
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INDICE:
La comunicación eficaz con los clientes se ha convertido en una prioridad primordial. Independientemente de si una empresa opera en un modelo B2B (de empresa a empresa) o B2C (de empresa a consumidor), los desafíos para mantener una comunicación clara, consistente e impactante siguen siendo importantes.
Lo primero que debe analizar una empresa antes de la adopción de un CRM es definir el tipo de cliente y segmentos que desea atender, esto definirá si su empresa necesita construir procesos empresariales B2B o procesos de consumo B2C.
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Por ejemplo, imagine a una empresa productora de alimentos o bebidas como Coca Cola, que cuenta con una cartera diversificada de clientes B2B, que van desde grandes supermercados hasta pequeñas tiendas de conveniencia. Si bien Coca Cola puede tener acceso a una gran cantidad de datos de facturación, historiales de pedidos y registros de transacciones, etc., lo cierto es que en su proceso de venta cuentan con datos de facturación, pero no así con datos detallados sobre los principales responsables de la toma de decisiones dentro de las organizaciones de sus clientes, ahí es donde un CRM viene a aportar inteligencia y mejora de los procesos comerciales.
Porqué una empresa con clientes B2B debería considerar un CRM:
Ahora, pasemos a analizar los desafíos de una empresa B2C, por ejemplo, una tienda por departamentos como Target. Los compradores compran regularmente sus productos en sus tiendas, pero estas transacciones a menudo ocurren sin recopilar los datos del comprador, por lo que el comercio se encuentra en una dinámica de mucho tránsito de clientes, pero pocos o nulos datos de ellos, lo que ocasiona una dependencia en el pago de publicidad y no en estrategias uno-a-uno que son más personalizadas y económicas.
Porqué una empresa B2C debería considerar un CRM:
Definir los procesos de negocio antes de implementar un CRM es fundamental para garantizar la adopción y utilización exitosa del sistema. Un CRM debe entenderse como un conjunto de procesos comerciales y de servicio, no debería verse simplemente como un “software” ya que este no dará resultados al negocio si no se automatizan los procesos.
Sin una comprensión clara de los procesos comerciales existentes y deseados, un CRM no se puede adaptar de manera efectiva para satisfacer las necesidades específicas de la empresa. En lugar de actuar como una solución que se integra perfectamente en las operaciones de la empresa, el CRM se puede convertir en una herramienta que puede generar ineficiencias. Por ejemplo, cuando los procesos son claros, en el CRM se pueden automatizar las reglas de negocio, puntos de control, notificaciones de acción/inacción y de esta forma automatizar el rol de personas por procesos automatizados; sin un proceso su CRM registrará datos de clientes, pero será más parecido a un Excel muy caro más que una plataforma de gestión de clientes.
Además, cuando los procesos de negocio se definen de antemano, la capacitación y gestión del cambio resulta más sencilla, ya que los empleados pueden ver cómo el CRM se alinea con sus roles y responsabilidades, lo que les facilita adoptar y utilizar el sistema de manera consistente. Por el contrario, una falta de comprensión de estos procesos puede resultar en una mala adopción por parte de los usuarios, una de las razones más comunes de las fallas en la implementación de CRM.
La integridad de los datos es otra preocupación importante. Con procesos comerciales claramente definidos, se pueden establecer pautas para la entrada y el mantenimiento de datos. Esto garantiza que los datos dentro del CRM sigan siendo consistentes, precisos y útiles. De lo contrario, las empresas corren el riesgo de tener un sistema lleno de datos no confiables, lo que lleva a decisiones desinformadas o incluso perjudiciales.
Además, un proceso de negocio bien estructurado proporciona puntos de referencia claros con los que se puede medir la eficacia del CRM. Proporciona a las empresas un estándar para evaluar si el CRM está cumpliendo sus objetivos o necesita ajustes. A largo plazo, este paso preparatorio también contribuye a la escalabilidad. A medida que la empresa crece y evoluciona, el CRM también debe adaptarse. Un conocimiento profundo de los procesos de negocio permite a la empresa modificar y escalar la solución CRM de acuerdo con sus necesidades cambiantes.
En esencia, si bien un sistema CRM ofrece herramientas y capacidades sólidas, sin una base sólida proporcionada por procesos de negocio bien definidos, su potencial es muy limitado.
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Proceso de Atracción: Esta es la fase inicial donde los clientes potenciales conocen los productos o servicios de una empresa. La automatización en esta área puede implicar campañas de marketing específicas, integraciones de redes sociales o incluso análisis predictivos que ayuden a las empresas a identificar clientes potenciales.
Proceso de Conversión: Después de atraer a un cliente potencial, el siguiente paso es convertirlo en un cliente de pago. Las funcionalidades de CRM automatizadas pueden agilizar este proceso al rastrear las interacciones de un cliente potencial, brindar a los equipos de ventas información valiosa o incluso automatizar ciertas comunicaciones para guiar a un cliente potencial a través del embudo de ventas.
Proceso de Retención: Mantener a los clientes existentes es tan importante como adquirir otros nuevos. Los sistemas CRM pueden automatizar las estrategias de retención analizando historiales de compras, estableciendo recordatorios para seguimientos y activando ofertas o contenidos personalizados destinados a mantener al cliente interesado.
Proceso de Fidelización: Fidelizar a los clientes es vital para lograr negocios repetidos y, a menudo, puede generar mayores ingresos. Los CRM pueden automatizar programas de fidelización, realizar un seguimiento de los puntos de recompensa y ofrecer promociones específicas basadas en el comportamiento de compra y las preferencias del cliente.
Proceso de Servicio: Un servicio al cliente excepcional puede diferenciar a una empresa de sus competidores. Las herramientas de automatización de CRM pueden ayudar creando y rastreando tickets de servicio, brindando a los representantes de servicio al cliente una vista integral del historial de un cliente o incluso utilizando chatbots para la resolución inmediata de consultas.
Proceso de Referenciación: El boca a boca y las referencias de clientes se encuentran entre las formas más efectivas de marketing. Los sistemas CRM automatizados pueden fomentar esto ofreciendo bonificaciones por referencias, rastreando fuentes de referencias y administrando programas de afiliados o socios.
Implementar un sistema CRM con un enfoque estructurado, teniendo en cuenta estas recomendaciones, puede mejorar enormemente su efectividad y adopción dentro de la organización.
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